Recuerdo que un fin de semana lo fui a visitar a mi amigo
Héctor Perfumo a su casa y veo en la mesa de la cocina que estaba haciendo unos ejercicios de matemáticas, me comento que estaba ayudando a un chico del barrio con la materia.
En ese momento me llamo la atención que Héctor Perfumo con más de ochenta años de edad recordara como se hacían las derivadas e integrales.
Me dijo que él que había estudiado en la Escuela Industrial de la Nación, lo que hoy es el Instituto Politécnico Superior "General San Martín" , que es una muy buena escuela secundaria técnica de la ciudad de Rosario y luego en la Facultad de Ingeniería se graduó como agrimensor.
Héctor Perfumo en ese momento me enseño en su biblioteca una revista de matemáticas llamada “Mathematicae Notae”, la revista por su estado se veía que tenía unos cuantos años y me comento que esa revista de matemáticas había sido la primera revista sobre matemáticas que hubo en la Argentina y que había sido fundada por su profesor de matemáticas llamado Beppo Levi .
Yo le conteste a él que casualmente yo también había tenido una muy buena profesora de análisis matemáticas en la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano llamada Liliana Cattaneo , casualmente ella también era profesora del Instituto Politécnico Superior "General San Martín" y que ella preparaba alumnos que competían en las olimpiadas matemáticas.
Luego me comento Héctor Perfumo que Beppo Levi era muy bajo de estatura, no llegaba a escribir hasta arriba del pizarrón, que su timbre de voz era muy fino con un marcado acento italiano.
También me comentó que Beppo Levi era reconocido mundialmente como un gran matemático, que hasta Albert Einstein intercambiaba correspondencia epistolar con Beppo Levi , y que Albert Einstein decía que si Beppo Levi no podía resolver un problema, no podía nadie.
Beppo Levi
Beppo Levi nació el 14 de mayo del año 1875 en la región de Piamonte, Italia.
Estudió en la Universidad de Turín, siendo doctor en matemática a los 21 años de edad.
En 1901 fue profesor en la Universidad de Piacenza. En 1906, en la Universidad de Cagliari. En 1910, en la Universidad de Parma. Y, en 1928, en la Universidad de Bolonia, que en 1951 lo designa emérito.
Beppo Levi fue uno de los ilustres matemáticos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Publicó numerosos artículos y libros de altísimo nivel académico sobre temas de matemática, física, historia, filosofía y didáctica. Italia le reconoce su contribución científica nombrándolo miembro de las Academias de Ciencias de Bolonia y Dei Lincei.
En 1938 el régimen de Mussolini lo echó por ser judío. Era un erudito y un sabio pero Italia se daba el lujo de dejarlo cesante.
En 1938 el decano de la Facultad de Ciencias Matemáticas, Físico-Químicas y Naturales de Rosario (Argentina), el Ingeniero Cortés Plá, lo invita a trasladarse a la ciudad de Rosario en Argentina y crea, para que él lo dirija, el Instituto de Matemática de dicha facultad, en la Universidad Nacional de Rosario , donde trabajó entre 1939 y agosto de 1961.
Realizó contribuciones sobre el estudio de las cuerdas en las superficies algebraicas, la integral de Lebesgue y la teoría de la medida. Introdujo los espacios de cuadrados integrables, que derivadas también son de cuadrado integrables, y conocidos con el nombre de "espacios de Beppo Levi ". En su honor, ese teorema se llama "teorema de Beppo Levi". En la teoría de conjuntos propuso, por anticipado, lo que luego se llamaría el "postulado de Zermelo".
Beppo Levi decía que había aprendido el español en el viaje en barco que duró quince días y desde un primer momento dictado sus clases en este idioma, a pesar de que aún tenía un marcado acento italiano. Sus ex alumnos contaban que al principio no le entendían bien porque tenía un nivel muy superior de conocimientos matemáticos en relación a los que circulaban aquí. Entonces le solicitaron si las explicaciones podría comenzar desde lo llano, a lo que el matemático accedió y de a poco pudo ir profundizando los saberes de los estudiantes.
Aunque la mayor parte de los cursos que dictó eran para docentes, en alguna época debió dar materias regulares para estudiantes de Ingeniería, específicamente Análisis Matemático II y Mecánica Racional. Según algunas anécdotas, por su baja estatura, el profesor no alcanzaba la altura usual del pizarrón, entonces a menudo pedía que lo colocaran acostado sobre una mesa y él se inclinaba o trepaba sobre la misma para escribir. Los alumnos rodeaban esa mesa para seguir sus razonamientos o alguien volvía a colocar vertical el pizarrón para que todos puedan ver los ejercicios.
Más de una vez expresó sus opiniones sobre la forma de tomar exámenes: le interesaba descubrir qué sabía el alumno, no qué cosa no sabía. En los exámenes tendrían que ser los alumnos los que hicieran las preguntas porque si entendieron harían preguntas interesantes y si no, no tendrán qué preguntar.
También tuvo que enseñar el oficio de investigador: qué es lo que hace día a día, cuáles son sus insumos, cómo se elabora un trabajo científico para presentar en un congreso o para enviar una revista. Desde el principio planteó que su tarea en el país sería la de difusor del pensamiento matemático. Fue así como creó las Publicaciones del Instituto y la revista científica “Mathematicae Notae”. Por su prestigio, contó con la colaboración de importantes matemáticos de otros países y “colocó a Rosario en el mapa internacional de la ciencia. No es una exageración decir que es el padre de la Matemática en la ciudad de Rosario ”, afirman los investigadores.
Lo curioso es que estaba en todos los detalles, casi obsesivamente. Por ejemplo, viajaba frecuentemente a Santa Fe para explicarles a los tipógrafos de la imprenta de la UNL cómo había que hacer la simbología matemática oa pelearse con ellos porque había puesto un símbolo en un renglón más arriba o más abajo de lo que correspondía.
Finalizada la II Guerra Mundial, tuvo posibilidades de volver a Italia, pero él eligió seguir brindándose a Rosario, alegando que la ciudad había sido muy gentil con él. Por un lado había hecho muchos amigos y por otro, no quería defraudar a los jóvenes que estaba formando. “Dio ejemplos de ética, humildad y generosidad”, resaltan los autores.
Falleció a los 86 años y presentó la renuncia sólo veinte días antes de su muerte, cuando sintieron que las fuerzas lo empezaban a abandonar. Más que una nota de renuncia parecía un pedido de disculpas.
Sus creaciones, y las de los jóvenes a los que él estimuló y orientó, tienen innumerables aplicaciones, algunas de las cuales inciden en nuestra calidad de vida. En la primera mitad de los años 40 se desarrolló en el mundo una teoría matemática que hacia fines de los 70 dio pie a la tomografía axial computada. Y parte de esa base matemática la hizo el Dr. Santaló, precisamente en Rosario.
A pesar de su reconocimiento a nivel internacional, nunca perdió la sencillez: iba a la Facultad en el tranvía número 6 cargado con un pesado portafolio lleno de libros y papeles. Trabajó hasta los 86 años renunciando a su cargo 20 días antes de su fallecimiento, en el año 1961.
Beppo Levi llegó a la ciudad de Rosario con 64 años de edad con su esposa, Albina, y tres hijos, su hijo Giulio, fue biólogo, él se fue a vivir a la región de lo que sería luego el Estado de Israel; sus dos hijas estaba separado entre sí por seis años, Laura, la mayor, fue doctora en física, ella regreso a Italia y la hija menor, Emilia, fue arquitecta y artista plástica, ella se estableció en Buenos Aires.
Hoy llevan su nombre el Instituto de Matemática que dirigió y, desde 1977, una calle de muy pocas cuadras en el Barrio Cristalería de la ciudad de Rosario.
Foto: tumba de Beppo Levi en el Cementerio Israelita de Rosario